Diagnóstico y tratamiento de enfermedades cutáneas.
Acné, rosácea y dermatitis (atópica, de contacto, seborreica).
Psoriasis, eccema y vitíligo.
Infecciones de la piel (bacterianas, virales, fúngicas, parasitarias como sarna o piojos).
Enfermedades autoinmunes que afectan la piel (lupus, esclerodermia).
Alergias cutáneas y urticaria.
Detección y tratamiento del cáncer de piel.
Caída del cabello (alopecia) y adelgazamiento capilar.
Caspa severa y otras afecciones del cuero cabelludo.
Infecciones por hongos en las uñas (onicomicosis).
Uñas encarnadas y otros trastornos ungueales.